martes, 14 de mayo de 2013

PARADOXAS Nº 178


PARADOXAS

REVISTA VIRTUAL DEL SURREALISMO NEOBARROCO


Año VIII - N° 178


INDICE

Te extraño viejo mío - Beatriz Graciela Moyano
LOBO ASESINO - Nieves María Merino Guerra
NO ME ALEJARE DE MIS SUEÑOS - Ivonne Concha Alarcón
El escrito de ayer luego de mi paseo solitario - Hilda Breer

EDITORIAL

"¿Lo que más admiro en un escritor? Que maneje fuerzas que lo arrebaten, que parezcan que van a destruirlo. Que se apodere de ese reto y disuelva la resistencia. Que destruya el lenguaje y que cree el lenguaje. Que durante el día no tenga pasado y por la noche sea milenario. Que le guste la granada, que nunca ha probado, y que le guste la guayaba que prueba todos los días. Que se acerque a las cosas por apetito y que se aleje por repugnancia".

Así fue dicho por José María Andrés Fernando Lezama Lima, (La Habana, 19 de diciembre de 1910 – La Habana, 9 de agosto de 1976). Vale.

El Editor


TANGO
Maria de los Angeles Roccato

Corcheas negras fusas y semifusas se alinean salpicando el pentagrama en un dos por cuatro vertiginoso audaz sensible y mutante como en el diario vivir resultando un semillero imparable de acordes que trepan quejosos y con extremada viscosidad por el ondulante camino que en la noche crea el faso hasta detenerse arremolinado en la estrechez del universo corporal, ese singular de tantos “Milonguitas y Cachafaces “ hitos en la danza tanguera. Espinazos y dedos crispados por la turbulencia que genera el vértigo hormonal en los danzantes, nacido en los tugurios donde intimaron a fuego lento la pasión profunda con el oscuro palpitar del desamor, hasta quedar amordazados de tanto llanto o blasfemando con el viaje del alcohol, osadía coreográfica donde dos seres se convierten en una sola piel, en una única imagen serpenteante que comparten el mismo aliento la única emoción. Melancolía y dolor visceral que queda suspendido en la bruma de una ochava atravesada por la mortecina luz de un farol que lagrimea resplandor en la húmeda y empedrada calle. Febril el bandoneón alargando su figura de abanico, rezonga uniéndose al repiqueteo del teclado señorial y de la voz áspera del encordado del contrabajo y entre ellos el sutil y melodioso fraseo del violín. Sincronía sonora que despierta los sentidos y trae el recuerdo sensual de los blues será porque aún se siente plantado en sus raíces. Quebradas cortes y firuletes visten los desgarros del alma de tantos amores fallidos o de promesas incumplidas. El amor y sus infortunios, el malevo que se trenza por una percanta en ese arrabal bordado de oscuridad en los zaguanes, el ladrido de un perro lejano y el profundo olor a madreselvas en flor. Festones de lunfardo donde no falta el cuchillo que guiña seductor desde el tajo de la falda cortona de la mina marcando apetencias y descaro. Como olvidar a “ella” Milena que lo canta como ninguna, mientras deja pedazos sangrantes de su corazón enamorado. Es rojo elixir que el corazón bebe, es pasión que asalta, es dolor que carcome, son celos que devoran sin piedad el amor más fuerte. Llanto sufriente doloroso que escarba hasta que la herida sangra rumorosa. Es macho fuerte no obstante suplica y mata por un perdido amor. Tan pasional y exquisito como brebaje diabólico que estremece los sentidos y las vísceras renueve en un estallido de dientes perlados y bocas pintadas de carmín. Tango.

Te extraño viejo mío
Beatriz Graciela Moyano

Tanguero de esencia pasional, un morocho de arrabal que fue de vicios, milonga, burros y otras yerbas, vino tinto allá en sus tiempos mozos, que abandonó después en su reposo pa´ complacer a la mami en sus rezongos y no avergonzar a las muchachas, así decía. Un cigarro ajado ahí, en la oreja, sin prender pues consumió más de la cuenta, pero lo lucía así, como hábito aquerenciado mientras jugaba naipes con los que después fueran sus yernos, era imagen y estampa oriyera , que del lunfardo hiciera gala y labia de academia. Soñador, emotivo y buen amigo, compinche fiel, como un tango, con fuelle de nostalgias se fue un día, dejando desvalida mi existencia, como te extraño viejo, maestro de mis letras, tus libros me acompañan en estos días. Como un letargo gris viene tu nombre a esta hora en que la vida me duele con tu ausencia, a esta hora en desencantos e ingratitudes que vos de amar y dar, también sufriste tanto. Entonces tus manos eran fuertes, rudas de laburo y sangre caliente y seda en las caricias a tus quereres. Fuiste de esos que se van pero se quedan pegados a la piel y más adentro, en tu herencia que no fue material ni tan ilustre, para el que observa las cosas desde afuera. Hace tiempo has partido, no sé dónde, que lugarcito le dio Dios a tu alma en su reparto, pero un día de estos te sorprendo, porque a decir verdad… no creo falte tanto. Tal vez muy pronto me enseñes las cadencias, de un tango bien bailado, arrabalero, es una clase que me debes viejo mío, además hay otras cosas que me pasan, quiero contarte, tener una charla con vos… ¿sabés? me estás haciendo falta.

Palabras del idioma o dialecto lunfardo, tanguero:
Labia: facilidad para dialogar
Canyengue; Arrabalero de baja condición social, bailes con muchos cortes. Con ritmo estilizado.
Oriyera: arrabalero de las orillas
Arrabal: barrio de extramuros donde alguien canta o baila un tango.
Burros: Caballos.
Compinche camarada, amigo, compañero, cómplice, ayudante, secuaz,
Laburo: trabajo.

LOBO ASESINO
Nieves María Merino Guerra

     Ojos de hiel. Cruel instinto sin alma. Impune. Su mirada agresiva y salpicada su faz  por la nieve lejos de debilitarlo en la helada penumbra lo fortalece y engríe. Se detiene. Observa acechando a su presa y la olfatea, la persigue escondiendo su fiereza con aparente mansedumbre  tras la sombra de la hipocresía que le sostiene. Terror y pesadilla aprovecha la soledad y desolación que percibe a su alrededor. Lobo al que solo vemos su rostro verdadero bajo la cristalina lente del corazón para escudriñar con audacia su naturaleza sin máscara humana enfureciéndose y amedrentando al saberse advertido. Es el que acecha con sabor a muerte. El que es demonio y sombra horrorizando las noches silenciosas y amaneceres de ermitorio vivir temiendo en la vulnerabilidad el ataque de su ambición sanguinaria despojando de todo, incluso la vida con ansiedad y avaricia insaciable… se acrecienta su vanidad ante el pánico gris envolvente que conoce con la certeza de que sus zarpas y colmillos atravesarán la yugular. Es el lobo sanguinario que atormenta con mirada fría y desafiante a quienes escoge. El que se burla y esconde en la noche donde se pasea junto a la altivez de quien sabe que la sombra  le cobija. Aúlla a la luna llena desde lo más alto retándola cuando aparece con su luz cegadora por no poder poseerla quedando al descubierto su locura. Cobarde al alba se esconde esperando en su madriguera relamiendo su éxito malsano con las entrañas de su víctima, satisfecho solo por el momento latiendo aun viva en su estómago insaciable e inhumano. Victorioso, se sonríe irónico cerrando sus párpados con la simplicidad serena e indigna digiriendo y durmiendo plácidamente sin conciencia: todo en él está justificado, mutiladas su empatía y animalidad equilibrada.

NO ME ALEJARE DE MIS SUEÑOS
Ivonne Concha Alarcón

No me alejaré de mis sueños, quiero que aguarden por mí hasta que yo vuelva, esperaré que el tiempo se lleve los recuerdos a esos rincones del alma donde recordar no cause dolor, donde las tristezas no ocupen lugar y las sombras se transformen en luz. Subiré a la montaña, atisbaré tus reflejos luminosos donde la felicidad sea tu aposento, donde nadie juzgue tus caminos, donde tus prados me lleven a descansar y tu abrazo sea de nuevo ágil y protector. Recorreré valles plenos de bosques de araucarias, cogeré su semilla como mi alimento, volveré a las raíces para de nuevo renacer de entre las nubes blanquecinas plenas de agua húmeda y vida propia. Así llegaré al relax que mi cuerpo y mente aún necesitan. Quiero ser de nuevo ave libre navegando sobre aguas claras, cristalinas, plenas de vida submarina, complementadas de peces irisados. Naturaleza viva, chispeante, desbordada de alegría, plena de emociones y sentimientos que despierten tu aurora, renazca el alma, sin recuerdos que dañen el alma. Quiero paz en mi corazón, descanso en el corazón, sentimientos acompasados de amor del bueno. Tu paz será siempre la mía, tu recuerdo será siempre mi única joya de valor. Nada se debe buscar, todo llega siempre como corresponde por derecho propio, es la experiencia ganada, el trabajo bien elaborado, el justo valor de lo que corresponde y lo que es. Nada sucederá si yo no quiero, nada me dañará si yo no busco lo falso. Todo será lo justo, lo correcto, tal cual como tu querías, sin dañar a nadie, sin sorpresas, sin engaños, sin deslealtades. Seguirá la vida, fluirá la vida, renacerá el encanto, florecerán los jardines, la naturaleza hará su obra, el sol de nuevo será la luz y la luna traerá su noche como todos los días, como siempre desde el principio hasta el final de la vida. Tu recuerdo será una suave brisa que bese mis mejillas diciéndome vive...vive tu vida.

El escrito de ayer luego de mi paseo solitario
Hilda Breer

De pronto sentí la imperiosa necesidad de moverme, de correr, de pisar tierra, de oler bosque y lo hice... caminé y caminé gozando de la libertad de movimientos. Podría ser que estuviera paralizada... podría ser… pero no fue! Y miro mis manos que todavía no pueden escribir y trato de vencer esa ligera sensación de inseguridad, algo tambaleante, pero mis piernas se mueven, mis manos pueden utilizar la camarita fotográfica, puedo mirar con alguna dificultad hacia los lados, mi cuello protesta no lo quiero forzar, no debo forzarlo... y mientras tomo fotos pienso en ti, y en ti y en ti y que se yo todo lo que pienso ni me doy cuenta... solo siento, percibo la vida... y soy feliz de poder vivir todavía… de gozar toda la paleta de colores del bosque… ajjj me sentare un ratito en este banco, alguien se olvido un chal... lo anudé al banco para que no se vuele por si el o la dueña vuelve a buscarlo... hace bastante fresco, ya el otoño anuncia sus temperaturas prenavideñas... y oscurece temprano. Una voz me dice: si tu quieres estar en el bosque de noche... allá tú, es tu problema pero yo, yo me voy! debo cumplir con mi trabajo del otro lado de la tierra... y el sol despareció y me dejó sola, pero yo ya estaba cerca de la calle donde esta la casa sola, la casa que parece abandonada... la casa que me da una curiosidad! creo que me atreveré a dejar una notita en una especie de buzón... pero no hoy. Y le escribiré que deseo hablar con él, que la soledad no me asusta y que yo solo quiero saber de su alma... y ya las ranas han comenzado su caminata y el viento hace que las hojas vuelen y mis cabellos parecen una medusa tierna y desconcertada... y mis pasos se van ralentando, pero trato de corretear entre las hojas... cuidado! no se te ocurra caerte! tu maltrado cuerpo sufriría mucho... ah! pero la libertad que tengo de moverme... y así casi borracha de felicidad doy la vuelta para regresar por el camino quieto y me siento en un tronco caído para respirar y seguir… y seguir y seguir... hasta que las muerte nos separe..


Revista PARADOXAS N° 178
30 de Noviembre de 2012


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