lunes, 13 de mayo de 2013

PARADOXAS Nº 165 Vol. II


PARADOXAS

REVISTA VIRTUAL DEL SURREALISMO NEOBARROCO


Año VII - N° 165 Volumen II


INDICE

Lirios en la Luna. Segunda versión. - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Lirios en la Luna. Tercera Versión. Bajo la Lluvia. - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Lirios en la Luna. Cuarta Versión. Bajo la Lluvia. - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Lirios en la Luna. (Quinta Versión). - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Lirios en la Luna. (Sexta Versión). - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Lirios en la Luna. (Séptima Versión). (Yo, muerto bajo los lirios). - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Lirios en la Luna . (Octava Versión). - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Lirios en la Luna. Novena Versión. - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
Lirios en la Luna. Décima Versión. Francisco Antonio Ruiz Caballero.

EDITORIAL

Qué de delirios, qué de asombros esparcidos por este decálogo vertiginoso, qué de vigencias imperecederas del imaginario del maestro, qué de destellos de su vocabulario de infinita vertiente. Parafraseándome, escribo lo que escribí hace justo tres años: Mero observador en busca de asombros, solo puedo agregar que así como Confucio llegó a decir que si pudiera disponer de otros cincuenta años, los dedicaría por entero al estudio del I-Ching, sí también yo pudiera disponer de otros cincuenta años, los dedicaría por entero al estudio de la poética de Ruiz Caballero, y con otra media centuria, a su desmembramiento y  detallado análisis para plagiarla a como dé lugar. Y aun a pesar de esas sus rimas soneteadas… Vale.

El Editor

Nota del Editor.- La prosa final que enhebra en prosa los diez poemas es (ir)responsabilidad absoluta del este Editor.


Lirios en la Luna.
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Lirios en la luna, violetas las corolas,
débiles siringas de plateado azul,
crisoberilos traspuestos por la luz,
playa sin agua, inmensidad sin olas.

Ciclopeas aves de esmeralda cola,
negra acequia e infinito arcaduz,
la tierra, azul, es una inmensa bola,
gimen los lirios, zigomorfa cruz.

Lirios en la luna, belleza indescifrable,
flores violetas, planicie nacarina,
azules pálidos, vivísimos y fríos.

Esquizofrenia y plata inacabable.
Clepsidras de ámbar cristalinas.
Uña sobre la piel. Escalofrío.


Lirios en la Luna. Segunda versión.
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

La Luna es la concha de un molusco marino,
gimen en su desierto las arenas calizas
y los lirios que brotan son lirios submarinos
que se llenan de perlas cuando pasa la brisa.

En el espacio insondable la luna gira y flota,
y violetas los lirios con su toque amarillo
riman una composición de extraños grillos
blancos como la nieve y hay elipses que explotan.

Las fantásticas aves con sus miles de ojos
ponen su verde cola a la tierra azulada
que a la luna se asoma con su faz cianótica.

Y los lirios crecidos, dulcísimos abrojos,
alzan su zigomorfa alma coloreada
y su extraña existencia de corolas eróticas.


Lirios en la Luna. Tercera Versión. Bajo la Lluvia.
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Lluvia en la luna, exóticos los lirios
se mojan suavemente de rocío,
uña sobre la piel, escalofrío,
nacarinas arenas de delirio.

Dulcemente se clava tal martirio,
sed de agujas y caballo de frío,
el arcaduz del cielo, inmenso río,
brilla con imposibles lilas cirios.

Al fondo, cianótica, la tierra,
pavos reales en esplendor de guerra,
zigomorfas corolas suplicantes.

Clepsidras de ámbar cristalinas,
infinitas planicies nacarinas,
aristas finas, esquirlas de diamantes.

(está lloviendo en Sevilla).


Lirios en la Luna. Cuarta Versión. Bajo la Lluvia.
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Arcaduz de diamantes, lilas centellas,
zigomorfas corolas, labios ansiosos,
sobre la blanca planicie las estrellas,
crecen los lirios, caballos angustiosos.

Una sed de astillas frías y de aristas,
agujas en la piel, clepsidras verdes,
esquizofrenia gay, yeguas que muerden,
laberinto de ciegos y de arpistas.

Crecen los lirios, de nácar las arenas
se mojan por la lluvia, sombra e iris,
corrientes de fuego por las venas.

Ámbar multiplicado, miel, resina,
ginebra y granadina, luz e iris,
¡¡¡¡muere¡¡¡¡, el lirio te asesina.

(está lloviendo en Sevilla).


Lirios en la Luna. (Quinta Versión).
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Zigomorfas corolas aberrantes,
espléndidas lenguas de color azul,
gotas de agua verde subyugantes,
largas colas sobre el arcaduz.

Negra acequia cubierta de diamantes,
exuberantes pétalos de luz,
resplandor de lirios ignorantes,
caballos de armonía por la cruz.

La faz del mundo, celeste, cianótica,
aves de ojos verdes, fugaces, exóticas,
cósmica profundidad sobre la luna.

Y mordiendo el aire agujas frías,
y clepsidras de luz en las umbrías,
y sobre el nácar los lirios de las dunas.


Lirios en la Luna. (Sexta Versión).
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Clepsidras verdes, esplendor de lirio,
pétalo zigomorfo, arcaduz infinito,
colibrí y aguja de delito,
predispuesta corola a los martirios.

Brillan los ojos verdes de los cirios
y agita el ave su berila cola,
crecen exuberantes las corolas,
caracolean caballos de delirio.

La luna está silente y de nácar soberbia.
La acequia tiene el mar en su protervia
toda llena de peces azulados.

Y el herido sangra en su costado lilas,
y es la llaga de amor crisoberila,
¡¡¡¡agujas frías en los lirios morados¡¡¡¡.


Lirios en la Luna. (Séptima Versión). (Yo, muerto bajo los lirios).
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Iris germánica, aberrante corola,
pétalo dulce, acequia muy muy fría,
el arcaduz del espacio, la armonía
de un mar de piedra e inexistentes olas.

Alzan exuberantes ya sus colas.
Diez mil pavos reales relucían,
y sobre el nácar los lirios ascendían
con sus lilas y exóticas corolas.

Y el muerto estaba muerto allí en la fuente,
la fuente de la luna, rodeado de lirios,
y le daba caricias el relente.

Y eran las zigomorfas lenguas vivas
un mar sobre su cuerpo y un martirio
de agujas irisadas y furtivas.


Lirios en la Luna . (Octava Versión).
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Cristalina efervescencia, nácares desiertos,
zigomorfas penumbras, clepsidras de agua oscura,
luminarias azules, centellas sobre lo yerto,
arcaduz es la noche, lirios de sombra dura.

Acequia en la que hay crisoberilas lilas,
evanescencia de quince mil pavos reales,
quince mil diminutas antorchas siderales,
y una sed de aguja que se clava y titila.

Mil Caballos, mil, enloquecidos por la vena,
madera submarina, corola, ginebra, lirios,
espadas verdes, sexos, suplicantes labios.

Dura luz, arista, lluvia, frenesí de cirios,
Iris germánica en la perlada arena,
Y danza final de arcángeles funerarios.

(La copla que está en mi boca a punto de ser del viento cuán lejos de aquella otra que estaba en mi pensamiento).


Lirios en la Luna. Novena Versión.
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Lloran los Lirios. Gotas de diamantes,
se empapan zigomorfas las corolas,
gira la luna, nacarada, sola,
es el espacio un arcaduz brillante.

Hay una sed de agujas y cristales,
clepsidras verdes gotean en el frío,
y es la esquizofrenia un escalofrío
de asfodelos violetas celestiales.

Muerden las yeguas, sus dientes son aristas,
muerden los lirios, oscuros violinistas
cortan el aire con navajas barberas.

Ginebra y granadina, lirio y luna.
De nácar las arenas de las dunas.
Y una imposible y salvaje paramera.


Lirios en la Luna. Décima Versión.
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Azúcar y fermento, lirios fríos,
colas de pavo, crisoberilas llamas,
aguja que aterra, alma que exclama
en la insondable profundidad del río.

Caballo de ojos rojos, yegua con brío,
azul la faz hinchada de la tierra,
zigomorfa corola, aguja que aterra,
y lila pétalo de escalofrío.

Clepsidras en la acequia, arcaduz infinito,
arista, espina, alambre, grito,
crecen los lirios en nácares desiertos.

La umbría muestra su rocío largo,
hay una sed de nieve sin embargo,
miran los lirios tus sacáis muertos.

(Versión con una palabra gitana).


Lirios en la Luna.
Francisco Antonio Ruiz Caballero.
(Irresponsable enhebración de F.S.R.Banda)

Lirios en la luna, violetas las corolas, débiles siringas de plateado azul, crisoberilos traspuestos por la luz, playa sin agua, inmensidad sin olas. Ciclópeas aves de esmeralda cola, negra acequia e infinito arcaduz, la tierra, azul, es una inmensa bola, gimen los lirios, zigomorfa cruz. Lirios en la luna, belleza indescifrable, flores violetas, planicie nacarina, azules pálidos, vivísimos y fríos. Esquizofrenia y plata inacabable. Clepsidras de ámbar cristalinas. Uña sobre la piel. Escalofrío. La Luna es la concha de un molusco marino, gimen en su desierto las arenas calizas y los lirios que brotan son lirios submarinos que se llenan de perlas cuando pasa la brisa. En el espacio insondable la luna gira y flota, y violetas los lirios con su toque amarillo riman una composición de extraños grillos blancos como la nieve y hay elipses que explotan. Las fantásticas aves con sus miles de ojos ponen su verde cola a la tierra azulada que a la luna se asoma con su faz cianótica. Y los lirios crecidos, dulcísimos abrojos, alzan su zigomorfa alma coloreada y su extraña existencia de corolas eróticas. Lluvia en la luna, exóticos los lirios se mojan suavemente de rocío, uña sobre la piel, escalofrío, nacarinas arenas de delirio. Dulcemente se clava tal martirio, sed de agujas y caballo de frío, el arcaduz del cielo, inmenso río, brilla con imposibles lilas cirios. Al fondo, cianótica, la tierra, pavos reales en esplendor de guerra, zigomorfas corolas suplicantes. Clepsidras de ámbar cristalinas, infinitas planicies nacarinas, aristas finas, esquirlas de diamantes. Arcaduz de diamantes, lilas centellas, zigomorfas corolas, labios ansiosos, sobre la blanca planicie las estrellas, crecen los lirios, caballos angustiosos. Una sed de astillas frías y de aristas, agujas en la piel, clepsidras verdes, esquizofrenia gay, yeguas que muerden, laberinto de ciegos y de arpistas. Crecen los lirios, de nácar las arenas se mojan por la lluvia, sombra e iris, corrientes de fuego por las venas. Ámbar multiplicado, miel, resina, ginebra y granadina, luz e iris, ¡¡¡¡muere¡¡¡¡, el lirio te asesina. Zigomorfas corolas aberrantes, espléndidas lenguas de color azul, gotas de agua verde subyugantes, largas colas sobre el arcaduz. Negra acequia cubierta de diamantes, exuberantes pétalos de luz, resplandor de lirios ignorantes, caballos de armonía por la cruz. La faz del mundo, celeste, cianótica, aves de ojos verdes, fugaces, exóticas, cósmica profundidad sobre la luna. Y mordiendo el aire agujas frías, y clepsidras de luz en las umbrías, y sobre el nácar los lirios de las dunas. Clepsidras verdes, esplendor de lirio, pétalo zigomorfo, arcaduz infinito, colibrí y aguja de delito, predispuesta corola a los martirios. Brillan los ojos verdes de los cirios y agita el ave su berila cola, crecen exuberantes las corolas, caracolean caballos de delirio. La luna está silente y de nácar soberbia. La acequia tiene el mar en su protervia toda llena de peces azulados. Y el herido sangra en su costado lilas, y es la llaga de amor crisoberila, ¡¡¡¡agujas frías en los lirios morados¡¡¡¡. Iris germánica, aberrante corola, pétalo dulce, acequia muy muy fría, el arcaduz del espacio, la armonía de un mar de piedra e inexistentes olas. Alzan exuberantes ya sus colas. Diez mil pavos reales relucían, y sobre el nácar los lirios ascendían con sus lilas y exóticas corolas. Y el muerto estaba muerto allí en la fuente, la fuente de la luna, rodeado de lirios, y le daba caricias el relente. Y eran las zigomorfas lenguas vivas un mar sobre su cuerpo y un martirio de agujas irisadas y furtivas. Cristalina efervescencia, nácares desiertos, zigomorfas penumbras, clepsidras de agua oscura, luminarias azules, centellas sobre lo yerto, arcaduz es la noche, lirios de sombra dura. Acequia en la que hay crisoberilas lilas, evanescencia de quince mil pavos reales, quince mil diminutas antorchas siderales, y una sed de aguja que se clava y titila. Mil Caballos, mil, enloquecidos por la vena, madera submarina, corola, ginebra, lirios, espadas verdes, sexos, suplicantes labios. Dura luz, arista, lluvia, frenesí de cirios, Iris germánica en la perlada arena, Y danza final de arcángeles funerarios. Lloran los Lirios. Gotas de diamantes, se empapan zigomorfas las corolas, gira la luna, nacarada, sola, es el espacio un arcaduz brillante. Hay una sed de agujas y cristales, clepsidras verdes gotean en el frío, y es la esquizofrenia un escalofrío de asfódelos violetas celestiales. Muerden las yeguas, sus dientes son aristas, muerden los lirios, oscuros violinistas cortan el aire con navajas barberas. Ginebra y granadina, lirio y luna. De nácar las arenas de las dunas. Y una imposible y salvaje paramera. Azúcar y fermento, lirios fríos, colas de pavo, crisoberilas llamas, aguja que aterra, alma que exclama en la insondable profundidad del río. Caballo de ojos rojos, yegua con brío, azul la faz hinchada de la tierra, zigomorfa corola, aguja que aterra, y lila pétalo de escalofrío. Clepsidras en la acequia, arcaduz infinito, arista, espina, alambre, grito, crecen los lirios en nácares desiertos. La umbría muestra su rocío largo, hay una sed de nieve sin embargo, miran los lirios tus sacáis muertos.



Revista PARADOXAS N° 165 – Volumen II
15 de Septiembre de 2011

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