sábado, 24 de agosto de 2013

PARADOXAS Nº 187

PARADOXAS

REVISTA VIRTUAL DEL SURREALISMO NEOBARROCO

Año IX - N° 187


INDICE

Ultimo acto de “CORAJE CORAZÓN Y RITA” - Diego F. Ramírez Gajardo
Bichos. - Francisco Antonio Ruiz Caballero.
EL CUADRO DE LOS REFLEJOS - Beatriz Graciela Moyano
LOS FINES DE SEMANA EN SOLEDAD - Ivonne Concha Alarcón
ENFASIS Y DELIRIOS - F.S.R.Banda


EDITORIAL

“Ser alternativo es, simplemente, hacer lo que uno quiere. Creo que el tema alternativo no solo es una cuestión de que te escuche más o menos gente. Simplemente hacer lo que uno quiere hacer sin tener un perfil de industria.”
Julieta Venegas (Cantante mexicana)
Pirateado de EFE. Vale.

El editor



Ultimo acto de “CORAJE CORAZÓN Y RITA”
Diego F. Ramírez Gajardo

Como se mueren las mujeres como nosotras?, como se mueren nuestras madres, nuestras hijas, nuestras madres de las madres, hermosas y aferradas a sus collares de nadie, sin miedo, sin esquirlas en los ojos, sin decirle al mundo que se sienten solas cuando se sienten solas, sin decirle a sus hijos que las besen cuando  se agotan, cuando se cansan, como se mueren las mujeres como nosotras, se mueren encadenadas a las ventanas, a las puertas de las puertas de sus piezas, se mueren en sus habitaciones solas y grandes, se mueren en sus cuartos propios encerradas, muertas de hambre, muertas de rabia, se mueren enloquecidas y tienen pena cuando se mueren y tienen miedo cuando se mueren, que sienten las mujeres como nosotras antes de morir ¿de quién se acuerdan las mujeres como nosotras? A quien le dedican la muerte las mujeres suicidas? Cuando dejan cartas de amor o de odio, cartas de muerte con tinta negra, derramando lagrimas, cuando lloran las mujeres?, como lloramos las mujeres como nosotras antes de morir? Como lloran las mujeres cuando se acuerdan de su muerte? Cuando se ven ahorcadas a la vida de la casa familiar, cuando se ven con los hijos en los brazos, en el acantilado más hermoso de la costa de Chile, como se mueren las mujeres como nosotras? Como les corre la sangre por las calles, como las matan los hombres que ellas aman, como la matan los sistemas seductores que las hace defender la casa, como defender la vida, colgadas del alumbrado público, se mueren traficando perlas blancas en su cuerpo, se mueren en la frontera, en el territorio, en la ciudad de nadie, se mueren con quemaduras y marcas de hombres, se mueren esclavas y felices o se mueren felices siendo esclavas de hermosas fortunas o de cuerpos de bebes sin cabeza, se mueren decapitadas, y salen en la televisión, se mueren como héroes, ¿alguna vez se mueren como héroes? O solo se quedan escondidas en los techos de la familia chilena, se mueren las mujeres en la industria quirúrgica de sus cuerpos perfectos, se mueren afilando en el norte la belleza de su desgracia, se mueren en otros países, en otros continentes, se mueren las mujeres solas, siempre vamos a morir solas, aunque la herencia, la familia, los hijos chicos, los hijos grandes, las mujeres viejas, nosotros llorando a la bajada del tren, nosotras como las películas haciendo de la muerte un poema, nosotras como mujeres interrumpidas cuando son niñas y se miran al espejo y no se ven nunca, las mujeres como nosotros no existimos en los espejos, en los libros de historia, en la biblioteca, en la mente de los poetas, en la extinción, en el museo, en todas las partes donde hemos gestado y alimentado y vuelto a gestar a los obreros, las mujeres como nosotras somos la fabrica abierta del obrero, somos las madres del trabajador, pero ahí, justo en ese momento, las mujeres como nosotras volvemos a enfrentar la muerte como acto de perdida, las mujeres como nosotras mueren en el traslado al hospital, mueren  sometidas a la vida que una no elige, las mujeres mueren con lavados de estomago, mueren en el  intento del suicidio, y vuelven a morir cuando abren los ojos como volver a nacer en la misma historia donde te dejaron, hay tanta gente egoísta con nuestras muertes, las mujeres como nosotras, mueren en el accidente o por mala fortuna, mueren al beber sulfato de cobre o auto medicándose cariño, mueren tragándoselo todo antes de dormir, las mujeres como nosotras mueren con heridas físicas, mueren en el espectáculo de la muerte y lo ven tan de cerca que se sienten actrices protagonistas de su propio triste acontecer, les falta coraje les falta corazón irrita, irrita cuando una mujer muere al dispararse un tiro de revolver en la boca, mientras los niños duermen, mientras los niños miran, irrita ver una mujer que  muere por tatuarse una mariposa en el Hombro, irrita ver  una mujer que Muere Defendiendo a su hija en Estación Central, irrita ver una Mujer que muere atropellada Por Un tren en Talcahuano, irrita ver a una Mujer que muere después de dar a luz , o Una mujer que muere apuñalada en Una pensión, irrita ver a una Mujer que  muere al caer siete pisos de un edificio en Providencia.
Como mueren las mujeres como nosotras, mueren como prostitutas, como costureras, como sirvientas, como lavanderas, como empleadas de tienda, mueren como una bailarina o como una matrona.
Detienen a mujer que guardaba cadáveres de niños en un congelador / La mujer perfecta según los hombres / Así era la "mujer perfecta" un siglo atrás.
Coraje: (desde la puerta)
Como será la ciudad allá afuera sin nosotras?
Después de tantos años de encierro,
Después de tantos años esperando cartas de afuera,
Después de tantos años esperando una mínima carta de ti
Después de tantos años sin saber si estas muerta en la orilla de un  río o en una casa vacía a las afueras de la ciudad
Después de tantos años imaginando como es el mundo allá afuera sin mí,
Después de tantos años cortándose los brazos haciendo globitos con el filo de la sangre
Después de tantos años de pintarme los ojos para verme linda
Como será la ciudad allá afuera sin nosotras?
Después de tantos años con los hermanos muertos
Después de tantos años de ficciones y realismo mágico
Después de tantos años de miedo
Después de tantos años sin reírse en publico
Como será la ciudad allá afuera sin nosotras?
Como será la historia de Chile, sin nosotras
Como serán las historias no oficiales sin nosotras
Donde nos dejaran escribir nuestros nombres
Donde nos escondieron que hay tanto tanto que no nos damos cuenta
Como será la vida de las mujeres solas sin nosotras
Como será la risa y la muerte sin nosotras
Como será la cruz y el fuego sin nosotras
Somos tan felices, que me río de ti,
Somos tan felices que no puedo vivir sin ti
Como será la historia de Chile sin nosotras
Como será la ciudad allá afuera sin nosotras?

Nota.-
Compañía de Teatro La Carnicera estrena "Coraje Corazón y Rita" en FETEX 2013
Desde el 1 de agosto al 7 de septiembre se desarrollará la primera edición de FETEX, festival de teatro que se realizará en La Casa Rodante de Providencia y que comenzará con "Coraje Corazón y Rita", obra que marca el debut en la dirección de la actriz Priscilla Guerra. Como "una creación satírica frente a la conformación de nuestra idiosincrasia nacional, a partir de la influencia que ha tenido lo católico en nuestros círculos de poder y su accionar", define la directora al montaje que promete, según sus palabras, hacer "reflexionar al espectador a partir de la risa". Marcela Salinas, Paula Jiménez y Mónica Ríos son las actrices que dan vida a la comedia negra que cuenta la historia de tres monjas de claustro olvidadas en las ruinas de un oscuro convento que buscan, tras innumerables intentos fallidos, reencantar a la comunidad religiosa. En el marco de Teatro experimental la compañía de Teatro La Carnicera se atreve a mezclar un antiguo género teatral, auto sacramental, con la improvisación y la poesía del joven poeta chileno Diego Ramírez, contingente con las problemáticas sociales actuales. Coraje, Corazón y Rita se presentará desde el jueves 1 al domingo 4 de agosto a las 20:30 horas en La Casa Rodante (Avenida Rancagua 0395, Barrio Italia, Providencia). La entrada general tendrá un valor de $5.000, y de $ 3.000 para estudiantes y tercera edad.
La Tercera - 29/07/2013


Bichos.
Francisco Antonio Ruiz Caballero.

Hibiscos naranjas. Hibiscos amarillos. Formas voluptuosas del placer. Amplias y exuberantes corolas. Afrodisíacos pétalos. Incubos de mirada amarilla y dientes perfectos. Vergajos grandes y largos, entre las matas de hibiscos, autopulsándose. Abuso de anacondas de vidrio. Carne de cohombro, ascidias rojas, dobles búcaros y sifones, carne de pulpo. Curvas y rectas para aguaceros y fornicios, mixtura de sándalo y orquídeas. Torsos de lluvia y luna, para Florencias y Atenas y Romas, hechas de nudibranquio y ansia. Lunas escindidas y esfínteres en vacío, succionantes circunferencias de golosina. Dobles y triples penetraciones impuras. Choque de moluscos y babosas lenguas, en arcángeles de vino y pértiga. Bamboleo de curvaturas espectrales, níveas palomas, mirlos de antracita. Visión de voluptuosidad tangible, fiebre en las estribaciones del espasmo. Orgasmos, muerte, sinalefa, cintura, sexo. Lenta floración de rosas negras, rápida ocupación de territorios de culebras, bocas sin cese, lenguas nunca satisfechas, bocas glotonas, regaliz y fruta, Madagascar y Oslo. Abuso de anacondas amarillas, para vergajos tiesos, o blandas opalescencias de pepinos. Pulcritud para un olor a fuego. Cúrcuma. Selva. Arcángeles y murciélago, fruta violada, sandías para pecado, establo de cerdos, cerdos maravillosos, puercas similitudes de gloria, carne y paliza, orgía. Precipicio en el que las profanaciones se suceden. Riesgo leve de muerte y ofuscada sensación de peligro, junto con lianas de nirvana y guateque. Lucha de cuerpos. Musculatura. Espanto. Bichos. Aceite, corrupción, lepra, gengibre, tocadiscos, muchachos, choza. Carne de sepia, suave piel del toro, ansioso de espada y cuerno. Anfioxo. Bichos. Musculatura. Espanto. Bichos. Buaggggg, asco, buagggggg, placer. ¡¡¡Bichos¡¡¡, ¡¡¡bichos¡¡¡, ¡¡¡¡bichos¡¡¡¡.


EL CUADRO DE LOS REFLEJOS
Beatriz Graciela Moyano

Ya no importa si vive mi reflejo y el tuyo en la corriente de este río de silencios, tal vez sí, porque te amo, todavía somos alguien en el paisaje, eres parte de mi propia vida, aferrado entre las ramas crujientes de este cuerpo y hojas amarillentas de mi pelo, así como las del diario de apuntes vividos que nadie leerá hasta después del fin. Ya está todo hecho! dije, al instante, vi el dolor en tu mirada de mar, leyenda que decía: te necesito! tomaste mi cara y la sacudiste como para despertarme del sueño y coqueteo con la oscura postrimería y mundo de formas sutiles. Sucedió el día aquel en que partía humeante el tren desde la estación de nubes áridas, el eje se oxidó y se enfriaron los huesos, carcomiendo parte de la esencia. Cansada de ruedo, con arañas tejiendo, bordando en el bastidor para el cuadro que quedó sin pintar, silueta en espera inhabitada y soledad profunda, interior, ingratitud que no te mereces. Vivir en sueño ya no se me hace vida, viajando reflejos cambiantes, espejos en movimiento constante, acá los verdes amarillentos de frío con algo de cielo se mira con la tarde y más allá… dime mi amor ¿dónde crees que irán? nuestros reflejos sigo… los veo nítidos, como encaramados escarabajos se montan a las hojas amarillas, esas que sucumbieron a las ramas verdes de las electrizantes pasiones vividas, ahora evocadas y embellecidas en los espejos del río. Un instante mágico de ayer se ve flotando sobre los adormecidos reflejos del agua clara, ella sigue su marcha hasta conseguir el duraznero en flor de los ensueños y el sabor de los cerezos en la próxima primavera.


LOS FINES DE SEMANA EN SOLEDAD
Ivonne Concha Alarcón

Días solitarios, lúgubres, opacos, nubosos; tardes de viernes, noches de sábados, mañanas de domingos, aquí fríos y solitarios, allí calurosos y acompañados, gratos. Otros brazos se entrelazan alrededor de tu cuerpo, otra piel se adhiere a la tuya, ella te acompaña. Ambos caminan tomados de la mano por el jardín, ríen observando el árbol que han sacado tan difícilmente. La familia les recibe y acoge, los amigos les acompañan entre risas y bromas. Mis celos te observan con el miedo te esfumes en la eterna noche de mi soledad. Te esperé como todos los días, hermosas flores en la mesa, ahora mustias, algunos pétalos descoloridos caen avergonzados, hartos de la absurda espera, las copas de cristal van perdiendo su brillo pulcro, las masas dulces endurecen ya no será grato degustarlas. El cenicero cubierto de cenizas muestran las horas de tan eterna espera, el vaso vacío, las horas pasan, los antes leños ahora cenizas enfrían el ambiente, el frío se mete en las cavernas angustiantes de esta soledad que herida llora en gritos de silencio y dolor. La cama furiosa recibe un cuerpo dolorido, gélido, helado de angustia y rabia, añora las risas, las miradas furtivas sobre dos cuerpos amantes, ella esperaba el calor de dos seres enamorados, a cambio solo recibe vacío de cuerpo y alma, un ser abandonado, una mujer sin ganas de reír, llorar ni vivir. Mujer varada entre cuatro paredes, solo sábanas vacías. La madrugada esconce la luz de la luna. No están, no regresaron él ni el sueño, ambos se fueron a esos brazos que seguro les acogieron. Ambos, el sueño y tú, traidores me abandonan cada semana y no los encuentro por más que los busque... Los fines de semana son siempre desolados, angustiosos y tristes... la cama helada desespera sin ti... cuento las horas que faltan para tu regreso... y el sueño no llega... y la soledad siempre reinando ríe a carcajadas, hoy a vuelto a ganar, además llevándose mi horas de sueño...


ENFASIS Y DELIRIOS
F.S.R.Banda

“Una oscura pradera me convida”
José Lezama Lima

Me ciego a los trinos superados hablando sobre el perfume que toco en el aliento vaho de los rosales escondidos, supero la penumbra incautada por las oquedades de las piedras evadidas. Sumo y sigo, sobre inciensos de ilustres funerales contenido me ciego a los cantares de elusivas sirenas o vetustas harpías, frescura de helechos, de rincones que guardan las humedades estancadas de las siempre últimas lluvias, drenajes en sus vertientes hacía abajo en despeñadero hasta el vado me ciego. Acogido por las hiedras encantadas a sus muros solemnes derruidos discrepo, ciego, aterido como un cíclope centauro perseguido. Me vasto en derroches y traiciones, en mármoles bronces guijarros, me vasto de indolencias fragmentado por ahí por donde la palabra cuaja enternecida o se avinagra de soberbia en breves desengaños fermentada, me ciego de cierto aroma en esa piel, me distribuyo aciago en los corceles del vino, aparezco deshojado antes del pequeño otoño en desamparo, destilo el aguardiente del áspero rocío que se queda dormido por las parras. Se vacían los aljibes las ánforas los jarros de sus aguas y barros y cangrejos, de oxidan los hierros florecidos en sus herrumbres de puentes cruzando ríos congelados, afloran los verdores de los cobres enterrados, me ciego en una voz que huye por los acantilados del destierro, del moroso exilio sobre todo vestigio grieta que se rompe en vaguedades ilusorias. Se van quebrando los vidrios de un silencio atardecido en sus ojos consternados. Las incesantes mareas de un océano de espumas demarcan con sus solemnes naufragios los dominios lunares donde el nocturno se abre como magnolia encarcelada. Ceremoniosas gaviotas funerarias postulan en sus altos vuelos circulares la ambigua oscuridad del eclipse, un vértigo acaece ensombrecido en los tejados y los mástiles, se desgrana dejando el bosquejo de un templo una pirámide una esfinge, indescifrables, me ciego en esos códigos perversos buscando los signos en las fisuras del muro, en el lenguaje de los cardos, en los guijarros y el heno que sobreviven en el adobe. Un rastrojo de manzanar con su hierba crecida y sus mariposas escondidas posee la única certidumbre de que no es un sueño. Iluminado por un plenilunio sangriento un sarcófago en el alba destella entre los humeantes mentideros del infierno, es agualuz azulmarina que estalla en antigua noche negra blanco florecido ciruelo, estremecido por las vehementes transparencias de aquel lejano sosiego me ciego a las turbiedades de esos resplandecientes esplendores me ciego. Vale.



Revista PARADOXAS N° 187
2 de Agosto de 2013




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